18.000 kilos de ciruelas procedentes de Extremadura desembarcarán, por primera vez en la historia, en el mercado chino, y lo harán tras cuatro años de negociaciones. Les esperan consumidores de poder adquisitivo medio-alto y muy exigentes en temas sanitarios y de calidad.

Por eso se seleccionan manualmente las mejores piezas una a una, después se desinfectan para evitar la transmisión de plagas y entran en neveras a cero grados. una cadena de frío exigida por las autoridades chinas y que se mantiene hasta que llegan al puerto de Shangái.

Para los productores todavía es pronto para hacer balance de ventas, pero sí conocen las peculiaridades de la cultura del gigante asiático.

Las exigencias del gobierno chino comienzan en el propio campo de cultivo, meses antes de que florezcan ya hay que identifica los campos que producirán los productos de China, además, cada una de las parcelas ha sido evaluada también por un inspector independiente.

España ya es el primer país exportador de frutas y verduras del mundo, y ahora busca conquistar al gigante asiático.