De todas las casas que se vendieron entre abril y junio, el 83% fueron de segunda mano. 99.300 frente a las sólo 20 mil de nueva construcción. Escasez de obra que provoca que la vivienda usada vuelva ya a cifras anteriores al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Samuel Población, director nacional de Residencial de CBRE asegura: "La producción de obra nueva es insuficiente, y la demanda se está trasladando a la vivienda usada. Venimos de un periodo de prácticamente ocho o nueve años sin producción alguna en obra nueva".

Comprar un piso de segunda mano, de 90 metros cuadrados cuesta una media de unos 133.000 euros, precio que podría subir si sigue así la demanda e inflar una nueva burbuja si la obra nueva no despega. Fernando Encinar, Idealista.com "La situación, lo que puede acabar es que los precios suban del poco producto que cada vez va quedando".

De todas las operaciones que se cierran, una de cada cinco es con inversores, cifra que sube a una de cada tres en las grandes ciudades. La razón, la vivienda da una rentabilidad del 9,5%, frente al 4% de la bolsa o el 1% de la renta fija, y eso atrae inversores, afirma Felipe Sánchez, asesor Inversiones 'Renta4banco': "Tenemos inversores extranjeros, tenemos también grandes grupos de inversión que están empezando a comprar inmuebles muy determinados, básicamente, costa".

Por zonas, las mayores compraventas residen en Madrid, Barcelona, Alicante o Málaga. Resurrección Alcaide afirma: "Nadie pregunta por pisos de nueva construcción, se ha duplicado la venta". Y, aseguran los expertos, si están pensando en comprar, ahora es el momento oportuno.