Muchas personas lo reconocen, prefieren pagar en negro porque "aunque no es normal, ni legal, con la que está cayendo, es cuestión de sobrevivir", afirma Conchi, una vecina de Camas.

Aunque pueda traer consecuencias, "ellos no quieren facturas, luego los problemas son para mí", añade otra mujer. Rafael asegura también que es por supervivencia. "Es llegar a fin de mes, es comer", sentencia.

Según Funcas, la economía sumergida supone que se deje de recaudar casi una cuarta parte del total, unos 70.000 millones de euros. Las comunidades autónomas que más defraudan son las más pobres, a la se sitúa cabeza Andalucía.

Por sectores los que más defraudan son "la construcción y, el área de servicios, la hostelería, donde el grado de economía sumergida es elevado", así lo explica Santiago Lago, catedrático de Economía Aplicada.

Sin embargo, los expertos creen que la agencia tributaria debe cambiar el foco y dar un giro total para acabar con el fraude. "Se habla del 'IVA del fontanero', pero esto desenfoca el problema fundamental, que es el gran fraude. Las grandes bolsas están en grandes fortunas y grandes las empresas", afirma Carlos Cruzado, presidente de Gestha.