Los abogados lo tienen claro: acudir a la vía judicial es casi garantía de recuperar el dinero. El 89% de las denuncias se han resuelto a favor.

“Realmente son muy pocas comparadas con el número total de afectados, pero sí que esta cifra animará a mucha gente a demandar judicialmente”, explica el abogado Santiago Viciano.

En la jornada del miércoles se presentó, en Lugo, la demanda individual más elevada. Su cliente depositó 1.200.000 euros en preferentes de Novagalicia. Tiene una minusvalía del 68% por infarto cerebral, y ningún conocimiento de economía.

“Es una persona que durante toda su vida no ha realizado operaciones de inversión de ningún tipo, ni de riesgo, ni de alto riesgo, ni de ningún riesgo”, explica su letrado.

No es el único caso flagrante. Ya hemos visto a personas firmar sus participaciones con el dedo, porque no saben escribir.

Otros directamente no podían ver lo que firmaban, porque eran ciegos. “Yo el contrato no lo puedo leer ni me lo ha leído nadie”, explica un preferentista ciego.

Incluso informes de la CNMV reconociendo precios inflados en la venta de preferentes. A pesar de todo, su presidenta Elvira Rodríguez dijo ayer en el Congreso que técnicamente no era una estafa.

Aunque los expertos no están tan de acuerdo. “ADICAE ha dicho siempre, fraude. Efectivamente fue un fraude masivo y generalizado”, explica Manuel Pardos, presidente de ADICAE.

Un fraude que por los juzgados es más rápido de resolver.