Rosell ha iniciado su ponencia destacando los diferentes puntos de vista que hay que tener en cuenta a la hora de valorar el crecimiento mundial. Desde un enfoque político ha señalado que “la libertad ha florecido en sitios donde no estaban acostumbrados, pero sigue habiendo muchos agujeros negros donde se puede hacer más”. En este sentido, el presidente de la CEOE se ha detenido en la evolución tecnológica y la accesibilidad a la información: “En este mundo de las tecnologías donde nada se puede ocultar y la transparencia ha llegado para quedarse, la política tendrá que mejorar en los países con falta de libertad”.

A continuación, Juan Rosell ha centrado su discurso en cómo está cambiando el mundo y el consumo, a la vez que animaba a huir de mensajes pesimistas: “Hay más teléfonos móviles que habitantes. Los servicios que antes eran para muy ricos, ahora están al alcance de todos. Hay en circulación mil millones de coches”.

En esta misma línea, ha puesto en valor el crecimiento demográfico que ha calificado de “espectacular”. “La renta per capita ha crecido y la pobreza disminuido, aunque siguen importantes desigualdades que hay que controlar”, añadía Rosell. Precisamente, ante el aumento de la población, lanzaba el siguiente planteamiento: “¿Cómo dar de comer en 2050 a casi 10 mil millones de personas?”, que respondía con contundencia: “Con más superficie agrícola y despilfarrando menos comida. Con las toneladas que se tiran podríamos dar de comer a mucha gente en el mundo”.

El experto ha recordado que en “1900 éramos prácticamente agrícolas. Y hoy en día el PIB agrícola en EEUU no llega al 1,6%. La industria representa el 10%, los servicios 80% y las hight tech representan el 10% del total del PIB”. Ante estos datos se pregunta “¿cuántos robots se han vendido?”. Rosell afirma que ”la automatización puede poner en riesgo los empleos, pero también es cierto que, por otro lado, sale a la palestra un nuevo tipo de empleo y formación digital, que transforma, que está aquí y se quedará, por lo que debemos adaptarnos”.

Durante la intervención, Juan Rosell ha dedicado especial atención al medio ambiente, a si somos capaces de seguir creciendo sin destruir el Planeta: “Estamos concienciados de que no hay que estropearlo y tenemos claro que la mejor energía de futuro es la que no debe gastarse: la eficiencia energética.”

Sobre la calidad de vida, Rosell ha afirmado que el número de ricos está creciendo, pero que “la indigencia es relevante”. Así, ha apuntado que “la ausencia de libertad política es la que genera mayor pobreza”. Tras hablar de estos factores de crecimiento, el presidente de la CEOE ha dedicado el resto de su ponencia a hacer un repaso por la situación económica de distintos países:

Sobre China ha destacado su crecimiento y su “capacidad para poner en marcha una transición distinta al resto”. En este sentido ha hablado sobre la transferencia del campo a la ciudad: “El mundo rural se ha urbanizado e industrializado”, a la vez que destacaba la gran capacidad productiva del país. También se ha centrado en el incremento decisivo de los salarios, y el crecimiento del gasto público en China (20% del PIB) como factores determinantes: “Empieza haber sanidad, educación, servicios sociales… Y el cambio es radical”.

“EE.UU ha ganado la batalla tecnológica”, ha afirmado Rosell que también ponía en valor la conciencia medioambiental del país: “EEUU ha hecho su propia campaña medioambiental bajando el consumo de los coches y del petróleo”

Juan Rosell ha hablado después de Alemania, de la que ha destacado “su flexibilidad a la hora de adaptarse al cambio, de hacer reformas para modernizar la economía”. “Alemania adaptó la realidad a la legalidad, cosa que en otros países no somos así de hábiles”, sentenciaba el ponente. Sin embargo, se detuvo en los problemas de inmigración del país: “Han entrado en el último año más de un millón de personas. No va a ser fácil”.

De Francia ha evidenciado su “imposibilidad de hacer reforma” debido a la que considera una “estructura fosilizada”.

En el turno de España, Rosell partía de la “brutal crisis” que sufrió el país y destacaba que, tras la pérdida de tres millones de puestos de trabajo, ahora estamos en un periodo de recuperación: “Por primera vez estaremos por debajo de los cuatro millones de parados. Parece que la tendencia negativa de los últimos años va cambiando. Y hay que poner los instrumentos para adaptarnos”

En este sentido ha compartido la necesidad de aprovechar “los vientos favorables que vienen de fuera para ayudarnos a capear el temporal: los tipos de interés, el coste de la deuda española, el precio del petróleo a cincuenta dólares, así como nuestra eficiencia energética.”

Con una visión optimista, Rosell ha remarcado que “desde fuera nos ven mejor que antes” aunque no se ha olvidado de la poca contención del gasto público, instando a gestionarlo mejor: “Hay que reinventar el gobierno, no actuar por inercia. Habrá que sustituir, cambiar o crear organismos. Adaptarnos a las nuevas tecnologías, mejorar la legislación y abrir muchos debates sin extremismos, sin hipotecas ideológicas que están desfasados”.

Finalizaba su intervención con dos deseos: ”La libertad política que otorgará libertad económica; y la solidaridad porque “muchos se quedan en el camino y hay que ayudarlos y que se dejen ayudar. Eso se gana con la educación”.

Rosell no ha querido terminar sin transmitir algunas de las claves, según sus palabras, para el crecimiento: “Priorizar, apostar por el talento, innovar, adaptarse a la transformación digital. Ser globales y ambiciosos, y actuar con responsabilidad es una clave futura”

“Estamos saliendo de la crisis pero deberíamos reflexionar sobre un proyecto conjunto y crear empresas, una manera de salir de la crisis porque genera empleo”, ha resaltado el experto en sus conclusiones finales porque considera que “la empresa es la garantía del futuro”. Con esta frase concluía su ponencia que completaba con la cita de Robert F. Kennedy: “El futuro no es un regalo, es un logro”.

Al terminar la intervención, Rosell ha participado en una sesión de preguntas, trasladadas por Mónica Carrillo, en las que se han abordado asuntos como la perspectiva ante las nuevas elecciones, el impacto económico en estos tiempos sin gobierno, o los riesgos de la economía española.

Ante estos interrogantes, Rosell ha mostrado la importancia de que exista “un acuerdo entre los partidos” y de tener en cuenta el valor económico de algunas propuestas de los programas políticos para “poder razonar y verlo con objetividad”. También ha trasladado la necesidad de “reflexionar sobre la legislación española”. Por último, ha remarcado de nuevo, “la importancia de ser optimistas y favorecer el crecimiento a través de la creación de empresas”.