Es una de las mayores operación inmobiliaria de la historia de España. El Santander se deshace del 51% del ladrillo del Popular. Ya avisaba Ana Botín hace dos meses del desprendimiento de la mitad de los activos inmobiliarios del Popular "en 18 meses".

El banco ha vendido al fondo estadounidense Blackstone este paquete formado por inmuebles, créditos dudosos y otros activos relacionados con la vivienda. "El Banco Popular se queda con unos marrones inmobiliarios que no tienen en la actualidad ninguna entidad. Se saca un marrón", ha explicado Gonzalo Bernardos, profesor de Economía en la Universidad de Barcelona.

Con esta operación, los gestores pretenden aliviar al banco de lo que era su mayor lastre y así poder concentrarse en la vertiente comercial. "La crisis inmobiliaria ha afectado al Banco Popular", pronosticaba Ángel Ron, su antiguo presidente. La previsión es que la venta se cierre en el primer trimestre de 2018, cuando se reciban las autorizaciones y ajustes necesarios.

Hoy también se ha dado a conocer que la Comisión Europea ha dado el visto bueno definitivo a la fusión entre los dos bancos al entender que no va a afectar a la competencia en el sector.