Echar gasolina hoy es un 9% más caro que hace justo un año y un 12% en el caso del diésel. Detrás de esto está el subidón del barril de petróleo, con su precio más alto en cuatro años. Cotiza hoy en torno a los 76 dólares, un 54% más que hace un año, y eso además de notarse en las gasolineras también se notará en los comercios.

Una posible subida de los precios que llegaría en un momento de nóminas congeladas. "Con la subida del petróleo perderemos poder adquisitivo", explica José Moisés Martín, de Economistas frente a la crisis.

La subida también afectaría al Programa de Estabilidad Plurianual: podría desbaratar el cuadro macro del Gobierno, donde prevé un aumento de la economía del 2,7% este año. Si el barril continúa por encima de los 75 dólares, el crecimiento sería solo del 2%, siete décimas menos, según el propio Ejecutivo.

También afectaría al empleo: de crecer al 2,5%, pasaría a hacerlo al 1,7%, ocho décimas menos. Hay tres explicaciones del repunte: la decisión de los países exportadores de recortar la producción, los problemas en Venezuela y las posibles sanciones de EEUU a Irán.