Quien busca vivienda en alquiler se topa con poca oferta y mucha demanda, lo que ha disparado los precios en los últimos meses: una burbuja que el Gobierno quiere pinchar subvencionando hasta el 40% de la inversión que hagan promotores privados en la construcción de viviendas exclusivamente para alquilar.

Ayudas privadas que no son la solución para la Fundación Alternativas, que apuesta por viviendas públicas. Si en España se estiman 22,5 millones de viviendas, solo el 1,5%, 380.000, son de protección oficial, que la Fundación propone aumentar en un millón y medio más y solo para alquiler "para atender a los que no pueden pagar el precio de mercado".

Más vivienda pública, todo lo contrario que hizo el Ayuntamiento madrileño de Ana Botella, que comenzó a vender los pisos de protección oficial a fondos buitre que ahora están desahuciando.

En Madrid en 2013 se vendieron 1.860 viviendas públicas por 202 millones de euros, que ahora están valorados en 660 millones con unos alquileres que el fondo buitre ha subido casi un 50%.