El cierre de Gamesa es el último azote al empleo que sufre Miranda de Ebro en menos de una década. El sector industrial ha perdido 30 empresas desde 2012.

"Es un varapalo porque al final ya no son esas 134 familias, detrás hay pequeñas empresas que también se alimentaban de nosotros", asegura Aitor Balanza Tegui, portavoz del Comité de Empresa Siemens-Gamesa.

Una ciudad que ha visto cómo se duplicaba su tasa de paro y al mismo tiempo disminuía su población. "Ha ocurrido aquí, ha ocurrido en otros lugares; lo que ocurre es que Miranda es una ciudad industrial y si cierran las principales empresas en las que trabajaba muchísima gente, el impacto económico es mayor", apunta Aitana Hernando, alcaldesa de Miranda de Ebro.

El declive económico salta a la vista. Locales cerrados y calles con una vida que nada tiene que ver con tiempos de bonanza. "Hay poco dinero, se nota en los bares", apunta un ciudadano. El presidente de Comerciantes de Miranda, Fernando Zatón, destaca que "se ven locales en venta, locales en alquiler, locales que se cierran...".

Aunque los esfuerzos del Ayuntamiento por atraer nuevas empresas están empezando a dar frutos, los mirandeses no ven nada claro el futuro de su ciudad.