Tras concluir las operaciones, el Dow Jones, el principal indicador del mercado, se desplomó 1.175,21 puntos hasta 24.345,75 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 cayó un 4,10% o 113,19 puntos, hasta 2.648,94 enteros. Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el cotizan los principales grupos tecnológicos, retrocedió un 3,78% o 273,42 puntos, hasta 6.967,53 enteros.

En el peor momento de la sesión, el Dow Jones de Industriales llegó a perder 1.597 puntos. En la anterior jornada, la del 2 de febrero, el mismo indicador había terminado con una caída de 666 enteros. Es la caída mayor en puntos que se registra en la historia centenaria de este indicador bursátil, que comenzó este año con casi 25.000 puntos, 5.000 más de los que tenía justo un año antes.

La sesión estuvo centrada en una oleada de ventas durante gran parte de la jornada, que se agudizó las tres últimas horas y especialmente en los últimos 60 minutos, cuando la caída del Dow Jones pasó rápidamente desde los 700 puntos hasta casi 1.600.

Los responsables del parque bursátil aclararon que, en principio, el derrumbe no está ligado a ningún problema técnico, y dijeron, en cambio, que la oleada de ventas fue canalizada apropiadamente sin que hubiera una acumulación especial.

Sí destacaron que las órdenes de venta fueron recibidas durante un breve período de tiempo, especialmente en la última parte de la jornada. Los analistas dijeron que el desplome y la fuerte caída, que colocan al Dow Jones en niveles de mediados de diciembre pasado, se trata de una corrección tras los avances que se habían registrado en las últimas semanas.

En lo que va de año, el Dow Jones se ha anotado 11 récords, el S&P 500 14 y el índice del Nasdaq trece. Los tres principales indicadores del mercado conquistaron sus más recientes marcas históricas el pasado 26 de enero.