Un repartidor de Deliveroo denunció a la empresa tras ser despedido, y ahora una sentencia le da la razón: pese a cotizar como un autónomo y ser tratado por la empresa como tal, en realidad era un trabajador por cuenta propia.

La jueza de Valencia que ha dictado la sentencia, recurrible, explica los motivos por los que un autónomo debe ser considerado un asalariado.

Para empezar: si es la empresa la que decide los horarios, el trabajo a realizar o cómo hacerlo, el trabajador no es un autónomo.

Tampoco lo es si la empresa que le paga controla y organiza todo el proceso de producción, o si el trabajador no puede rechazar las órdenes.

Además, en el caso de Deliveroo sus repartidores representan a la firma ante los clientes, y están permanentemente geolocalizados.

Horarios, salario, uniforme... las palabras prohibidas de Deliveroo

Sobre el papel, los 1.000 repartidores de Deliveroo son autónomos. Pero Oriol Alfambra y otros repartidores de la marca creen que son trabajadores con muchos más derechos de los que recogen sus nuevos contratos de autónomos.

La empresa parece ser consciente de esta sospecha. Lo reconocía en un correo interno enviado a sus formadores, encargados de enseñar a los repartidores: les advierte que deben fijarse en las palabras prohibidas porque en caso de un control externo les pueden dar problemas legales.