Exaltos cargos de Adif esquiaban en Aspen, Estados Unidos, en unas vacaciones de lujo a cambio de inflar los costes del AVE en Barcelona. Mandos intermedios de la ferroviaria hincharon los precios de las obras para beneficiar a Corsán, la empresa adjudicataria.

"Yo sé que hay cosas infladas porque las inflé yo (...) está bien camuflado con el hormigón subió el acero subió" explica Isaac C., técnico de ingeniería de Adif.

En vez de muros, Corsán hizo terraplenes; en vez de hormigón para los postes usó placas metálicas y en vez de pilares, hizo zanjas. En las conversaciones que publica 'El País', los técnicos implicados advierten a la empresa de que puede haber problemas de seguridad.

"Si mañana deciden hacer un edificio encima y cuentan con unos pilotes que no existen... puede haber un problema" dice Jesús, un empleado Adif. Y reconocen que han alterado las mediciones: "Hemos subido siete puntos y pico que son unos cuantos millones de euros camuflando mediciones. Ya está, no nos pidáis que subamos a diez" dice Isaac.

Aun así, Corsán pedía más. Niveles a los que el exdirector de infraestructuras de Adif no podía llegar, dijo, sin hacer burradas. "Estamos asumiendo precios muy gordos eh, o sea que ya sabes, nos estamos comprometiendo bastante" asegura Jaime G.G., director de infraestructuras de Adif.

Según la auditoría externa que encargó la propia Adif para esclarecer los hechos, el sobrecoste en el tramo entre La Sagrera y Trinitat fue de 31 millones de euros.