En plena crisis económica, el gobierno de Rajoy aprobó la reforma laboral con el objetivo de facilitar la contratación. "Con cinco millones parados este Gobierno lo que no podía es hacer nada", declaró la ministra de Empleo, Fátima Báñez.

Seis años después, la tasa de paro ha disminuido del 25% a finales del 2012, al 16,5% que cerró 2017, pero, ¿qué clase de empleos se han generado durante este tiempo?

Los sindicatos denuncian que solo ha traido precariedad en forma de salarios bajos y temporales. "En el 2017 se han producido 21 millones de contratos, para que veamos el nivel de temporalidad que se produce en nuestro país, el 95% de esos contratos son temporales", explica el secretario de Política Sindical de UGT.

Es decir, dos de cada tres nuevos empleos son temporales y los salarios han caído siete puntos con respecto al poder adquisitivo.

La productividad de las empresas en los últimos siete años se ha disparado y esto no ha revertido en equilibrar las prestaciones o los salarios", afirma Mercedes González, secretaria de Acción Sindical CC OO.

La ministra hace balance y defiende la flexibilidad: "¿Saben lo que tiene bueno? Que es un modelo de flexiseguridad. Flexibilidad para las empresas pero mayor garantía de seguridad y mantenimiento del empleo para los trabajadores".

Flexibilidad para contratar pero también para despedir. "La libertad para despedir mejora la libertad para contratar, si tu puedes despedir con facilidad, contratas con facilidad", asegura Rafael Pampillón, profesor de Economía de IE Business School.

Los sindicatos tienen como objetivo para este año que el salario mínimo alcance los 1000 euros. Todo dependerá de la negociación colectiva con patronal y Gobierno.