Misma formación, mismo puesto y mismo horario, pero diferente salario. En España, las mujeres cobran, de media, casi un 15% menos que los hombres. Son 54 días de desequilibro al año, así que, estando a 8 de noviembre, es como si ellas trabajaran gratis.

De hecho, nuestro país está por debajo de la media europea, pero nuestra brecha salarial casi triplica a la de Italia o Luxemburgo. Aunque nada tiene que ver con Estonia, el país más desigual de toda Europa. Eva es una de las mujeres que nota la diferencia con respecto a sus compañeros.

Es delegada de personal de CCOO en su empresa. Trabaja de teleoperadora para una multinacional 30 horas a la semana, y cuenta: "No llega a 900 euros en mi caso, cuando sí tengo compañeros que, haciendo las mismas labores y en el mismo puesto, tienen un contrato de 40 horas semanales".

Para los colectivos de mujeres hace falta algo más que voluntad. "Se necesita una ley que luche contra la brecha salarial, de igualdad salarial, pero que no se quede solo en el papel", afirma Yolanda Besteiro, portavoz de Mujeres Progresistas. La brecha aumenta al llegar a casa, porque el 95% de las mujeres se ocupa también de las tareas y de los hijos. Un trabajo adicional, invisible y sin remunerar.