Antonio va a adelantar su jubilación por miedo al factor de sostenibilidad, que reducirá la pensión a partir de 2019: "El futuro como es cada vez más negro, vamos a jubilarnos ahora por si acaso".

Como Antonio, muchos funcionarios que tendrán que jubilarse después de 2019, están preguntando a los sindicatos si es preferible anticipar el retiro aunque se pierda algo de dinero, que sufrir el nuevo cálculo de las pensiones.

Según estimaciones de los sindicatos, si se quiere esquivar el recorte de pensiones, sale a cuenta adelantar la jubilación a los 60 años si eres funcionario del Estado con 35 años de servicio, o a los 64 años para el resto.

Si les sale a cuenta, solo en la administración general hay más 28.000 funcionarios que superan los 60 años y podrían jubilarse. "Los servicios públicos perderían un capital importante de personas que tienen una experiencia y una capacitación adquirida a lo largo de los años", explica Frederic Monell, portavoz de UGT. CSIF calcula que esperar hasta 2019 podría suponer en algunos casos un recorte de 150 euros al año.