Tras una reunión más largas de lo previsto, los comisarios de la Unión Europea han decidido no sancionar ni a España ni a Portugal por superar el año pasado el objetivo de déficit.

Además, Bruselas suavizará el objetivo para este año y concederá a España una prórroga de dos años más para alcanzar el objetivo del 3% de déficit, es decir, dos años más para cometer ajustes.

Sin embargo, le impone un plazo de menos de tres meses, de aquí al 15 de octubre, para que presente acciones efectivas, a cambio de librarse de una multa de más de 2.000 millones de euros.

Bruselas ha tenido en cuenta los esfuerzos realizados por el país a lo largo de la crisis y el hecho de que hubiera sido difícil de entender una multa por parte de los ciudadanos.

Así lo ha confirmado Pierre Moscovici, el Comisario Europeo de Asuntos económicos y financieros: "Las sanciones, incluso simbólicas, no hubiesen permitido corregir el pasado y no hubiesen sido comprendidas por los pueblos, que han hecho enormes sacrificios en el último año".

"Sería posible si, por ejemplo, fuese designado en las próximas semanas un Gobierno y si las medidas se tomasen inmediatamente, que España no estuviera muy lejos del 3% el año que viene", ha añadido.