La víspera del 'Black Friday' la gente ya estaba esquilmando los centros comerciales porque este año el 'Black Friday' ha sido acogido con ansia.

Atrás quedó esa época en la que las imágenes de compradores entrando de lleno en las tiendas de Estados Unidos escandalizaban. En las áreas comerciales más castizas, parecemos más yankees que los yankees.

"Estaba esperando, llevaba tiempo esperando para comprar; vamos a comprar pero mucho más", comentan unos clientes.

No obstante, el grueso de las compras ni se ven. A no ser que se entre en la sede de Amazon. Envían diez productos cada segundo y no sólo tecnología, hasta el polvorón viaja esta año por correo.

Andreu Castellano, responsable de comunicación de Amazon España, afirma que ahora los clientes "pueden comprar chuletón, fruta, vino, cigalas, jamón...".

Enrique Hidalgo, director de El Corte Inglés de Preciados y Callao, asegura que "se ha vendido un 70% más de lo que se vendió online el año anterior".

Una fiebre en la venta online nunca vista y con la que hay tener precaución. Cuidado con esos chollazos falsos que llegan al correo porque se puede acabar en páginas trampa. Antes de pagar hay que fijarse.

La Policía Nacional avisa: "Tenemos que fijarnos que pone 'https', en cuyo caso nos garantiza que haremos una compra segura".

Esta fiebre que no es sólo online. Este año, al carro del día de más consumo del año se ha apuntado hasta el quiosco de la esquina: coches con descuento, vuelos, viajes, comprar una casa, celebrar una boda, irse de crucero... Hasta cambiar de labios, de nariz y de escote sale este viernes más barato.

Así que toca disfrutar pero con moderación para evitar acabar en una isla lejana, con un perfil desconocido y casados con alguien que ni tan siquiera hace tilín.