Tras ser multada por Bruselas con 13.000 millones de euros, la compañía estadounidense Apple ha advertido de que, más allá de la empresa, el efecto "más profundo y perjudicial" se notará en las inversiones y la creación de empleo en Europa.

El consejero delegado de Apple, Tim Cook, ha subrayado en una carta abierta, que la multinacional "cumple con la ley y paga todos los impuestos que debe". Ha subrayado, además, que lo hace tanto en Irlanda, como en todos los países en los que opera.

Ha recordado que, desde su desembarco en Europa hace 36 años con la apertura de una sede en Irlanda, la compañía ha recibido el asesoramiento de las autoridades tributarias irlandesas para cumplir de forma correcta con su normativa fiscal. Considera que su caso es igual al de cualquier otra empresa con presencia en el país.

"Nuestro crecimiento a lo largo de los años nos ha convertido en el mayor contribuyente fiscal de Irlanda, el mayor contribuyente fiscal de Estados Unidos y el mayor contribuyente fiscal del mundo", destaca el consejero delegado de Apple.

También ha calificado como "situación excepcional", el hecho de que la Comisión exija a la empresa el pago retroactivo de impuestos adicionales a un Gobierno que afirma que no le debe nada más de lo que ya ha pagado.

"La Comisión Europea ha iniciado una campaña para reescribir la historia de Apple en Europa, ignorar las leyes fiscales de Irlanda, y de paso cambiar radicalmente el sistema internacional en materia tributaria", afirma Cook. Para él, "no tiene fundamento la acusación que afirma que Irlanda concedió a Apple un tratamiento fiscal especial".

"Nunca pedimos y nunca recibimos ningún tipo de tratamiento especial", añade el consejero delegado de Apple. Cook considera que, en el fondo, el caso presentado por la Comisión trata, "no tanto sobre cuánto dinero paga Apple en impuestos, sino sobre qué Gobierno recauda ese dinero".