Roberto le ha ganado la batalla judicial a su ayuntamiento. "Sí, lo he ganado, pero no me lo han pagado", afirma. Le tienen que devolver los 2.700 euros que pagó del impuesto de plusvalía.

"Si no pagaba como última instancia lo que me habían aplazado, lo único que pasaba es que corría riesgo mi vivienda actual, que es la que tengo. Me la podían embargar perfectamente", asegura.

Compró su casa por 220.000 euros y la ha vendido nueve años después por 93.000. No sólo no ha obtenido un beneficio, sino que ha perdido dinero. No obstante, la ley le obligó a pagar el impuesto.

El mismo afectado cuenta que ha tenido que sacrificar a su familia para "poder hacer frente a los 226 euros mensuales". Podría haber unos 500.000 afectados en toda España.

"Nosotros recomendamos a nuestros clientes que afronten el pago de la plusvalía para evitar la vía de apremio del ayuntamiento, porque si no pagan, el ayuntamiento va a ir contra ellos", afirma Javier Leguina, abogado de 'Legina & Asociados'.

El Ministerio de Hacienda ya se ha comprometido a modificar la ley, sin embargo, no queda claro de qué manera los ayuntamientos afrontarán la devolución del dinero de quienes reclamen.

"Cualquier ciudadano español que haya vendido una vivienda perdiendo dinero, podría reclamar con éxito", asegura el director legal 'Reclamador.es', Ramiro Salamanca.

Roberto compró una vivienda en plena burbuja inmobiliaria, la vendió por necesidad a menos de mitad de precio y ahora la Justicia le ha dado la razón. No tenía sentido que el ayuntamiento le cobrara el impuesto de plusvalía. En el caso de Roberto, el sentido común se ha impuesto a la ley.