Nadal empezó alabando a Anderson por su "ejemplo de superación" durante el torneo, que reconoció que esperaba "volver a una final y ganarla". El español siguió su discurso dando las gracias a su equipo, en especial a Toni Nadal, su tío e inseparable entrenador.

"Sin él no hubiera jugador al tenis, siempre estuvo detrás mío para superar las sensaciones adversas", destacó Rafa. Es el último gran torneo al que asistirá Toni, dejando a Carlos Moyá como entrenador de Nadal.

También tuvo palabras para los afectados por el huracán Irma y por los terremotos en México, a los que mandó ánimo y fuerzas para salir adelante. Reconoció Nadal que lo que ha vivido este año "es algo increíble" y espera "volver el año que viene" a Nueva York para "luchar para jugar muchos años más".