Las lágrimas protagonizaron la final de la 50 edición de Wimbledon en la Era 'Open'. Las de Roger Federer, que rompió a llorar al ver a sus cuatro hijos en el palco tras vencer a Marin Cilic por 6-3, 6-1 y 6-4 y lograr el título por octava vez, y las del croata al saber que no podía competir al máximo nivel tras lesionarse la planta del pie izquierdo.

Federer se convirtió en el jugador que más veces ha ganado este Grand Slam, y el más veterano en lograrlo, al imponerse a Cilic en una hora y 41 minutos. Además, conquistó el título por primera vez sin ceder un set (había estado en dos ocasiones a punto de conseguirlo, en 2006 y 2008).

Un "ace" final, el octavo de su cuenta, sirvió para que Federer cerrara la contienda y se hiciera con su decimonoveno título 'major'. Así rompió la igualdad que mantenía en Wimbledon con el británico William Renshaw, hombre récord en los albores de este grande, y el estadounidense Pete Sampras, ya en la Era 'Open', con siete.