Los Juegos Paralímpicos no cuentan con la dimensión mediática de unos JJOO, pero a veces hay que pararse para analizar algunos detalles que muestran el tremendo nivel de la competición paralímpica. Un ejemplo ha sido la final de los 1.500 metros paralímpicos, clase T13. Una prueba en el que el ganador corrió casi dos segundos más rápido que el campeón olímpico de Río.

El corredor argelino Abdellatif Baka, que compitió en 1.500 metros en la categoría T13 de discapacitados visuales más leve, logró el oro y el récord del mundo con un tiempo de 3:48.29, mientras que Mathew Centrowitz, oro olímpico, fue de 3:50.00.

Ese tiempo del corredor sin discapacidad norteamericano también lo mejoraron otros tres paralímpicos más de la serie que ganó Baka. El etíope Tamiru Demisse (3:48.49), el keniano Henry Kirwa (3:49.59) y el argelino Fouad Baka (3:49.84), que fue cuarto.