"La conversación sube de tono y los dos se encaran. Nadie pegó a nadie, pero se dijeron de todo". Es la acalorada discusión que, según Eduardo Inda, tuvieron Ramos y Rubiales en la reunión entre capitanes y presidente de la RFEF.

"Hubo gritos muy potentes entre ellos; el nivel de tensión fue mayúsculo". La solución la tuvo Gerard Piqué, quien medió para que la bronca no fuera a mayores, según apunta Inda.

Rubiales no quería filtraciones

Todo sucedió tras enterarse Rubiales de las filtraciones por parte del vestuario con el mensaje de que Lopetegui se quedaba. "Esto es una locura, vamos a ser el esperpento mundial...", fueron las palabras de Sergio Ramos.

Afortunadamente, lo mejor llegó al final: "Se dieron un abrazo, pero la tensión fue brutal", asegura Inda.