Las carreras son el domingo, pero va a tardar Mercedes en olvidar este sábado en China. Va a tardar la escudería alemana en dejar de pensar en qué ha pasado en Shanghai. En qué está pasando en este inicio de 2018. En su territorio, en una pista en la que llevaban seis poles consecutivas, los plateados han caído frente a una Ferrari excelsa que tiene a Vettel en la pole... y a Raikkonen justo tras él.

Quién iba a pensar en algo así tras Australia. Tras el comentado 'modo fiesta' de Hamilton y después del pique que Lewis y Seb tuvieron en la exhibición de Mercedes y del británico en Melbourne. Quién se iba a imaginar que, ni habiendo pasado un mes, Ferrari iba a tener contra las cuerdas a su rival, y que los de la estrella iban a vivir intranquilos ya no solo en carrera sino también en clasificación.

Pero así está siendo. Y es que Ferrari ha dado una lección en China. Sin mostrar todas sus cartas el viernes, fueron con todo en el día D. En el día en el que todo empieza a importar. Siempre por delante, aunque no fuera así en los cronos de clasificación, los de Maranello eran los que guiaban la estrategia y el hacer de Mercedes en la hora clasificatoria. Eran ellos los que mandaban.

Hamilton abortó su vuelta de Q3

Y eran y son ellos los que han hecho rendirse a Hamilton. Ni cruzó por meta en su segundo intento de Q3, sabedor de que era imposible batir a ninguno de los dos Ferrari. Ni siquiera pudo con su compañero de equipo, y se perdió la foto tras la pole que cada vez está más teñida de rojo y menos de plata. Todo por Vettel, y porque Raikkonen parece otro.

Kimi tenía la pole en su mano. Y Kimi está haciendo lo que ha de hacer todo piloto que tiene como compañero a un tetracampeón del mundo. El finlandés está haciendo sudar a Vettel, y Vettel está respondiendo con su mejor pilotaje desde que dominara con Red Bull no hace demasiado. Aún queda, pero en este 2018 el viento parece estar cambiando de dirección en la Fórmula 1.

Alonso se queda 13º

Aún no llega a soplar muy a favor del lado de McLaren y de Fernando Alonso. Los de Woking tienen un enorme trabajo por delante sin duda, pues de nuevo en China la velocidad punta está siendo un hándicap para ellos. Fuera en Q2 con los dos coches, por más rebufos que intentaron, y la sensación de que las mejoras van a tener que dejar que el naranja sea lo único que permanezca intanco en el coche si quieren llegar a los podios.

Su ritmo de carrera eso sí es mejor que el de clasificación, y en esta ocasión al menos no tienen que 'soportar' ese 'ataque' a su honor que es ver a Honda por delante con uno o dos Toro Rosso. Hartley sale tras Vandoorne, y Gasly ni tan siquiera pudo pasar a Q2. No van bien los de Faenza, pero Force India ha vuelto con Pérez y con Ocon ya listos para abordar la Q3 de forma constante.

Sainz, entre los diez mejores

Renault eso sí colocó a sus dos coches en Q3, algo que los rosas no hicieron. Carlos Sainz se 'coló' con una excelsa vuelta final en Q2, y luego consiguió alcanzar la novena plaza en detrimento del Haas de Romain Grosjean. Dice que aún le queda, pero el madrileño está cada vez más cómodo con el amarillo ante todo un clasificador como Hulkenberg.

Así pues queda aún el día más importante en un fin de semana de Fórmula 1, pues de poco va a valer la exhibición de Ferrari y el golpe a Mercedes si en carrera no consolidan su poder en este comienzo. Hamilton debe sacar orgullo y fe, y borrar cuanto antes su imagen abortando vuelta en la clasificación. Su duelo con Vettel, este año sí, está al rojo vivo.