Quién le iba a haber dicho a ese joven inglés cuando debutó en 2007 que tras diez años en la F1 iba a superar en poles a Michael Schumacher. Pero sí. Lo ha hecho. Lo ha logrado. Lo ha conseguido después de esa arriesgada decisión de dejar McLaren por Mercedes que resultó ser acertada. Lewis Hamilton, en su camino para el cuarto Mundial de su carrera, ha sido de nuevo el más rápido un sábado. Lo ha sido en el GP de EEUU, en un fin de semana que puede terminar con él como tetracampeón de la Fórmula 1.

Y es que, en Austin, lugar que le gusta pero en el que llevaba varias temporadas sin logar la pole, ha puesto en marcha su 'hammertime'. Uno que es difícilmente alcanzable para cualquiera que no lleve su coche. Y que incluso para el que lo lleva lo es. Siempre dominando. Siempre seguro. Siempre confiado. Siempre consciente de que todo lo que pasase dependía de él. De sus aciertos y, sobre todo, de sus errores. Solo así habría opción para los demás.

Cometió uno en el primer sector, pero ni por esas se quedó sin hacer el récord de la pista. Lo hizo en Q2 y lo repitió en Q3 con un tiempo que apenas superó los 90 segundos. Vettel se le acercó a un par de décimas, pero Hamilton incluso de haber querido podía haber hecho un 'paseillo' por el pit lane en su segundo giro cronometrado de Q3. Superioridad total del británico en Austin.

Alonso y Sainz lucen de maravilla el naranja y el amarillo

No tuvo problema alguno Alonso para pasar a Q2. De hecho, Fernando se permitió el lujo hasta de hacer un solo intento y vivir tranquilo durante muchos minutos, algo que a saber desde cuándo no sucede. El asturiano, en su primer giro, se colocó cuarto, para finalmente acabar octavo después de que Carlos Sainz ascendiese a la quinta plaza con la bandera a cuadros ya levantada.

Y es que el madrileño, por fin, se puso el traje francés y lo lució bien en Austin. Dos españoles en la F1, y dos en equipos de renombre a pesar del más que evidente problema de McLaren con su motor. Con uno de naranja y el otro de amarillo, la lucha que mantenían hasta ahora se trasladó a una Q2 carnívora que comenzó con Hulkenberg fuera. Y con una plaza más para una Q3 que parecía no ser una utopía ya para Fernando.

Lo logró. Y Sainz también. Ambos con una vuelta enorme gracias a un segundo giro en Q2 en el que lucieron virtudes y cualidades. Al final, en la lucha de los diez más rápidos del sábado, Fernando fue octavo y Carlos séptimo en un gran debut del madrileño con el amarillo Renault.

¿Habrá campeón?

Todos listos para el momento en que se reparten los puntos en la pista americana. Lewis Hamilton, a quien le encanta Austin, podría salir del GP de EEUU como tetracampeón de F1. Todo depende de él... y de Sebastian vettel. Aún quedan muchos kilómetros que recorrer.