Wayne Rooney no pasa por su mejor momento. A sus pocos minutos con el United y la lesión de rodilla que le va a impedir jugar ante España en Wembley, se une un episodio que no deja en muy buen lugar al internacional inglés.

Y es que, según informa 'The Sun', Rooney decidió quedarse en el hotel de concentración tras la victoria del viernes ante Escocia. Mientras el resto de sus compañeros pasaban el tiempo libre con familiares o amigos, el delantero del United se metió en una boda privada que se celebraba en el hotel.

Varios testigos, siempre según 'The Sun', explican que Rooney estuvo en la barra con varios miembros de la federación inglesa bebiendo vino y cerveza. "Parecía que quería ser reconocido, porque llevaba la camiseta de Inglaterra", afirmaban los testigos.

Los testigos también explicaron que al principio "fue agradable", por lo que pensaron que era un doble. Además, indican que "se trababa al hablar y tenía los ojos rojos".

"A media noche le pidieron que saludara a los invitados de la boda, posó para las fotos, habló con la novia y siguió bebiendo. Estaba celebrando la victoria ante Escocia. No fue un espectáculo agradable y estuvo allí hasta la una de la mañana", indican los testigos.

Ayer lunes Rooney abandonó la concentración de Inglaterra para regresar a Manchester.