En la misma, el presidente resume al Rey la corta, aunque intensa, historia de la asociación, lamenta el abandono de las categorías nacionales no profesionales por parte de los responsables federativos y expresa el orgullo que supondría participar en la competición con mayor solera de nuestro fútbol para casi cuatrocientas ciudades, pueblos y barrios de todos los confines del Reino de España.