La intervención militar turca en la región kurda de Afrin, Siria, ha hecho que un jugador de fútbol se movilice. Se trata de Deniz Naki, que había estado jugando en el equipo de tercera división Amed SK hasta que fue expulsado de por vida por ser acusado de propaganda política.

Ahora, Naki ha decidido ponerse en huelga de hambre frente a la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, pidiendo que el ejército turco "y sus aliados islamistas" salgan de Afrin para "poner fin a esta agresión", según cita 'Die Welt'.

En enero, el turco sufrió un atentado mientras circulaba con su coche en Alemania, siendo disparado por un desconocido. En 2017, fue condenado a 18 meses de prisión por propaganda terrorista a favor del Partido de los Trabajadores del Kurdinstan, partido prohibido en Ankara.