Seis partidos después, el Real Madrid acabó con una de las pocas maldiciones que se le resistían en el panorama europeo, la de ganar en el campo del Borussia Dortmund. Lo consiguió gracias a un partido solvente de Cristiano y Bale en ataque, aunque también sufrió en defensa.

La tarea no era sencilla y el once de Zidane así lo mostraba, sacando un once que podría considerarse el de gala, aunque sin la presencia de Marco Asensio entre los once elegidos.

Fue empezar el partido y ambos equipos mostraron sus intenciones: salir al espacio que dejaban las defensas del rival y golpear primero en el partido.

Los primeros minutos fueron de infarto, con ocasiones manifiestas de gol para ambos equipos. Primero fue el Dortmund, que recuperó un balón en el campo blanco y originó una jugada que Ramos tuvo que sacar bajo palos.

Después fue el turno del Real Madrid, que tuvo dos ocasiones claras para adelantarse en el marcador, primero Carvajal tras una gran carrera y después Cristiano, que decidió pasar a un Bale que no llegó a rematar.

Con los dos equipos volcados al ataque, en modo 'full power', llegó la primera jugada polémica del partido. Sergio Ramos golpea el balón con la mano tras un centro de Philipp que rechaza Keylor con los puños, una jugada muy protestada por jugadores y aficionados del Dortmund.

El Real Madrid suele acostumbrar a que, cuanto peor pinta la cosa, mejor reacciona. Así pasó, que cuando más estaba apretando el Borussia Dortmund, mejor reaccionó, con un señor golazo. Carvajal colgó un balón templado al área que podría haber sido un centro más... si no llega a estar Bale.

El galés no se lo pensó, pegó el balón de primeras y coló el balón en el fondo de la red del conjunto alemán. 0-1 y ya llovía menos en Alemania. El Real Madrid estaba más cerca de derribar el muro alemán por primera vez, pero, como ya aprendió la pasada temporada, tendría que trabajar la victoria hasta el final.

Fue meter el gol y el partido tuvo una pequeña pausa, pero no fue demasiado larga. Enseguida ambos se volvieron a encender y los decibelios del partido subieron, a la vez que los nervios del Dortmund por empatar el partido antes del descanso.

Sin embargo, el partido se marchó con ese 0-1 y con la sensación de que habría más goles durante el partido. El encuentro estaba roto, sin dueño, sin pausa y sin ganas de tenerla. Así viven el fútbol los dos equipos, sin freno, con arreones de vértigo.

Todo se puso listo para la segunda parte, sin cambios por parte de ambos equipos. Nada más arrancar la segunda mitad, Varane sacó un centro muy peligroso que iba directo a Aubameyang para que rematase a puerta.

Después le tocó el turno al Real Madrid, que respondió de la mejor manera posible, como en el primer gol. Bale corrió por la banda izquierda y puso un centro raso medido para Cristiano, que remató a gol para poner el 0-2.

Parecía que el Real Madrid lo tenía hecho, pero no se rindió el equipo alemán. Aubameyang le metió gol a su querido Real Madrid anticipándose a la defensa blanca en el primer palo para batir a Keylor Navas. Era un gol que encenció a un alicaído Signal Iduna Park, creían en la remontada.

Pasaban los minutos y probaban Yarmolenko, Aubameyang, Castro... Todos sin demasiado acierto. Bale reclamó penalti en una contra de las suyas, muy parecida a la de su gol contra la Real Sociedad., pero finalmente no señaló el colegiado.

Ahí pasó a un tramo de partido más relajado en cuanto a ocasiones, con el Madrid algo más entonado que los alemanes. Un contratiempo para Zidane fue la lesión de Bale casi al final del partido, teniendo que retirarse del terreno de juego en lugar de Lucas Vázquez.

Los últimos minutos, ya con el Dortmund entregado, fueron para oxigenar jugadores y para saborear un hecho histórico, la primera victoria en el Signal Iduna Park.

Se llegó al final del partido y se certificó la victoria del Real Madrid, tres puntos que se suman a los tres conseguidos ante el APOEL para colocar a los blancos como líderes de su grupo y directos hacia la primera posición del grupo.