Va a sufrir el Atlético, y mucho, para poner su nombre en el bombo de octavos de la Champions. En un partido malo, malísimo, de los que se recuerdan pocos de este equipo con Simeone, los rojiblancos perdieron ante un superior Chelsea y se quedan con un punto, terceros, en su grupo. Griezmann, de penalti, adelantó a los locales, mientras que Morata puso la igualada y Batshuayi, en el descuento, dio la victoria a los londinenses.

Quién le iba a decir al Chelsea que el marcador al descanso se iba a ir con 1-0. Que no se iba a ir con un 0-2, con un 0-1 o incluso con un 0-0. Los 'blues', con un Antonio Conte viviendo con excitación el duelo desde la banda, fueron netamente superiores al Atlético.

Lo fueron en todo. Dominaron la bola, dominaron en mediocampo, dominaron en defensa y también lo hicieron en ataque. Kante y Bakayoko eran una muralla enorme por la cual ningún rojiblanco podía pasar. Se contaban con los dedos de las manos, incluso de una, los pases que daba el Atlético para buscar a Courtois. Y el nerviosismo atrás se empezó a hacer patente.

Fallos, fallos y más fallos... y gol de Griezmann

Errores graves e infantiles como el de dar un pase al corazón del área o no despejar el balón con fuerza, se presentaban en las cercanías de Oblak. El cuero rondaba sus dominios con frecuencia, con un Hazard que dejaba en evidencia a Juanfran en cada jugada y que incluso estrelló un disparo al poste, y con un Morata que tuvo no pocas oportunidades de romper con el 0-0.

Pero no, no fueron ellos quienes abrieron el marcador. Fue el Atlético, más concretamente Griezmann. Conforme pasaban los minutos, el Chelsea se fue diluyendo y los del Cholo lograron encontrar la calma. En una acción a balón parado, David Luiz agarró a Lucas en el área y el trencilla decretó penalti. Antoine cogió la bola y batió por el medio a Courtois. Uno a cero en el Metropolitano.

Bien pudieron ser dos antes del descanso, pero Saúl marró de forma increíble una oportunidad con Thibaut ya en el suelo. Le vino bien el parón al Chelsea, y le vino muy mal a un Atlético que volvió a las andadas tras la vuelta a vestuarios. Horrible, hay que echar la vista muy atrás para ver a un equipo rojiblanco tan endeble, tan impreciso y tan superado por un rival en su propio feudo.

Hazard, como en casa

La zona defensiva derecha del Atlético era un festival. Hazard se lo pasaba en grande con Juanfran y Kante se bastaba él solo para hacer absolutamente todo. En una de esas, el belga del Chelsea cogió la pelota, la controló sin oposición alguna y, con el lejano marcaje del de Crevillente, colgó el esférico para que Morata, con un sutil toque de cabeza, puso el merecido empate para los de Conte.

Llegaron los cambios. Primero Torres. Luego Gaitán. Y, finalmente, Giménez. Ninguno dio nada. Antonio Conte, por su parte, hizo un favor a Juanfran sacando a Hazard del campo para dar entrada a Willian, y cambió a Morata para que saliera Batshuayi. Y ellos sí dieron algo. Sobre todo el belga, que en el minuto 93, en el fatídico 93, dio la puntilla a un Atlético que recibió lo que por méritos mereció.

La clasificación se pone complicada

Se complica mucho la clasificación, con el Chelsea líder con 6 puntos y la Roma segunda con 4. Tocan dos partidos contra el Qarabag, partidos que deben ganar sí o sí, y luego queda visitar Londres y la Roma, encuentro en el que se va a decidir todo.