El Comité de Competición de la Federación de Fútbol de las Islas Baleares (FFIB) ha acordado clausurar los campos del Alaró y del Collerense e informar a la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor balear sobre la batalla campal del pasado fin se semana entre padres de jugadores de la categoría infantil.

Competición señala que los hechos "podrían ser constitutivos de una infracción muy grave" ya que provocaron "una situación de violencia excepcional colectiva con riesgo de integridad física para los intervinientes en el juego", subraya.

Por ello, pide a la Comisión Antiviolencia que toda la información que posea de los hechos la traslade a la Oficina de Defensa del Menor para que ese organismo "pueda evaluar el daño sufrido por los menores al ser testigos directos del comportamiento de sus progenitores y acuerde las medidas correctoras procedentes".

Asimismo, el Comité da por terminado el partido entre los infantiles del Alaró y el Collerense con la victoria visitante (1-2) y se manifiesta "contraria" a la reanudación del encuentro, "habida cuenta de los hechos y evitar causar a los jugadores una situación no recomendable de tener que reanudar el partido, con posibles daños emocionales", precisa.

Añade que de acreditarse los hechos ocurridos en el terreno de juego y en las gradas podría imponer sanciones económicas de hasta 1.500 euros a ambos clubes. También, Competición castiga con siete partidos de suspensión al dorsal número 14 del Alaró por agresión a un contrario y al delegado de ese equipo con un mes de suspensión por incumplimiento de sus funciones y con otros dos partidos por menosprecio hacia los árbitros.