España ya está en Rusia. La Selección de Julen Lopetegui ya ha sacado su billete para el Mundial de 2018 gracias a una contundente victoria ante Albania y el empate de Italia y Macedonia (1-1), que da el acceso directo a la 'Roja'.

El partido comenzó con varios cambios de Lopetegui en el once titular, dando entrada a jugadores como Rodrigo u Odriozola. Con estos cambios más los habituales, España comenzó mandando ante una Albania que no se amedrentaba, sino que buscaba hacer daño al combinado nacional siempre que podía.

Media hora de puro fútbol

Pronto se acabaron los posibles nervios de la Selección por cerrar su pase al Mundial con el gol de Rodrigo, un gran disparo que se coló en la portería de Berisha. A partir de ahí, comenzó el recital de la 'Roja', volviendo a la esencia del fútbol de toque que hizo legendaria a esta selección.

Ni 10 minutos pasaron para ver el segundo gol, esta vez obra de Isco, que definió tras un buen pase de Koke. Medio camino estaba caminado, faltaba la puntilla, el gol que diese la tranquilidad absoluta a la afición y a los jugadores.

En el aspecto ajeno al propio juego, el protagonista fue Gerard Piqué, que fue pitado antes, durante el partido y cuando fue cambiado por Nacho en la segunda parte. El central aplaudió a la afición española cuando se retiró del terreno de juego, una de las imágenes que dejó el partido.

A pensar en Rusia

Pero volviendo al juego en sí, el partido quedó cerrado definitivamente gracias a un gol de Thiago, que celebró su titularidad con un buen gol. 3-0 y España se dedicó a dormir el partido, teniendo ocasiones intermitentes pero sin ser tan incisivo como en usa primera media hora de partido donde, directamente, borró a Albania del mapa.

En la segunda parte, Lopetegui aprovechó para dar minutos a Asensio y a Aduriz, con España hundiéndose en defensa e incluso concediendo un par de ocasiones claras a los albaneses, con un palo incluído.

Con esto y poco más se llegó al final de un partido que dio a la Selección el pase matemático al Mundial de Rusia 2018, algo que cerró cuando Macedonia empató su partido contra Italia en el 80, un aliado inesperado en una jornada redonda para la Selección.