Sin hacer ruido, el Atlético ya es segundo. Sin florituras, sin exhaltación de fútbol, y sin demasiado luz en su juego. Sin esas cosas, pero con orden, con sacrificio y con corazón. Sudando, corriendo, y poniendo algo más al talento que se presupone que un jugador del Atleti debe tener. Los rojiblancos, gracias a un gol de Fernando Torres tras un centro espectacular de Sime Vrsaljko, derrotaron al Alavés por 1-0, al estilo Cholo, y ya son el máximo rival del Barça por la Liga.

Oportunidad tenía el Atlético para ponerse segundo. Para ser el mayor perseguidor del Barcelona. Para dejar atrás al Valencia y para, con el Real Madrid en el Mundial de Clubes, abrir brecha, ficticia de momento, con el Real Madrid. Se presentaba una buena noche, una en la que el Wanda se despedía del 2017 y en la que el Alavés, a priori asequible, visitaba el feudo rojiblanco.

Pero este Alavés no es el que era hace escasas semanas. Este Alavés, el Alavés de Abelardo, es un equipo ordenado y con moral. Con motivación extra tras dos victorias consecutivas y viendo la luz al final del túnel. Los vitorianos hicieron que al Atleti se le nublara la vista y, algo que no es excesivamente complicado, que también se quedara sin ideas. El resultado fue una primera parte con ritmo, pero sin apenas llegadas.

Ni de uno ni de otro, salvo un par de excepciones. Una de Saúl, con un rechazo en la zaga vasca que casi sorprende a Pacheco. Otra de Duarte, desde lejos, que detuvo Oblak de primeras asegurando el cuero. Salvo eso, y alguna llegada peligrosa de ambos que no concretaba ninguno, poco más. Pero el Alavés estaba, y con bastante peligro.

'El Niño' pone en pie al Wanda

Movió banquillo Simeone. Thomas fuera, que tenía amarilla, para dar entrada a Correa. El resultado fue más presión arriba, y más opciones para un ordenado cuadro de Abelardo para salir a la contra. Estaba el duelo para que uno de los dos lo abriera, y cerca estuvo el Alavés de hacerlo en una acción a balón parado con un Medrán que salió explosivo. Pero fue Torres, Fernando Torres, el que llevó al Metropolitano al éxtasis.

El '9' había salido por Saúl y, en una de sus primeras intervenciones, la enchufó. Gracias, sobre todo, a un tenso y preciso centro del renacido Sime Vrsaljko. El croata, decisivo en estos dos duelos, la puso donde más duele. El de Fuenlabrada le ganó la espalda a su par y, lanzándose con la pierna, batió a Pacheco. Uno a cero, resultado que le gusta a este Atleti de Simeone.

Se sintió bastante cómodo así. Más fluido y aprovechando los cada vez más generosos espacios de la defensa del Alavés. Sin embargo, el 1-0 le gusta a este Atleti, y con 1-0 acabó el partido, otro partido más, que hacen que su estilo sea el vencedor. Un gol, portería imbatida, y tres puntos más para estar cerca de poner fin al 2017... y de que llegue 2018. De que lleguen Vitolo y, por supuesto, Diego Costa.