El Real Madrid se clasificó para disputar la final de la ACB tras imponerse en el tercer partido de la semifinal ante el Herbalife Gran Canaria. Los de Pablo Laso se llevaron un igualado encuentro y jugarán de nuevo para recuperar la corona del baloncesto español.

El club blanco se enfrentará al ganador del otro cruce que enfrenta al Kirolbet Baskonia y al FC Barcelona y en la que el equipo vitoriano gana 2-0. Este viernes podría sellar su billete para la final si suma un nuevo triunfo en el Palau en el tercer partido de la serie.

El conjunto que dirige Luis Casimiro, obligado a vencer para no quedar eliminado, no se dejó intimidar por el 0-4 de inicio del conjunto madrileño, volteó el marcador y obtuvo una ligera ventaja gracias al empuje de Rabaseda (10-6).

Poco después, un acelerado Carroll recibió su tercera falta personal y se fue al banquillo, aunque los pupilos de Pablo Laso recortaron diferencias gracias a los triples de Doncic y Llull, en un primer cuarto caracterizado por un juego ofensivo por parte de ambos conjuntos (27-25).

Gran Canaria, con la ausencia de DJ Seeley por lesión, tomó una ligera renta en el segundo parcial con dos mates consecutivos de Balvin que encendieron a la afición (32-28), pero a su vez dos triples seguidos de Rudy Fernández enfriaron los ánimos.

Superado el meridiano de este cuarto, el electrónico reflejó un empate a 41, brillando especialmente en el parqué dos veteranos por cada bando: los locales Oliver y Báez, y los visitantes Reyes y Rudy Fernández.

El partido llegó al descanso con máxima igualdad (50-50), con un juego veloz y vibrante, y con dos equipos cuyos ataques se imponían claramente a las defensas.

El Madrid, con un mayor fondo de armario, salió más intenso en la reanudación y se fue de diez (54-64), tras una jugada con participación de dos exjugadores del Gran Canaria, que se inició con un espectacular tapón de Tavares en defensa y concluyó con un triple de Carroll.

Casimiro paró el choque y Herbalife tomó algo de oxígeno con un triple de Rabaseda, pero el Madrid, apoyado en la facilidad encestadora de Carroll, se fue decididamente a por el encuentro (60-69), y llegó al último cuarto con una ventaja que le aproximó al triunfo (71-79).

Espoleado por sus incondicionales, el Gran Canaria se situó a solo cuatro (75-79), pero el Madrid no se descompuso y entró en los últimos cuatro minutos con nueve puntos de renta (79-88), merced a un inmenso Rudy Fernández.

Dos triples de Báez y Eriksson en los compases finales elevaron al máximo la emoción (89-92), al grito coral de 'sí se puede' de la hinchada isleña, pero los jugadores de Laso, con nervios de acero, acabaron sentenciando ante un Gran Canaria que fue premiado con una ovación por su entrega.