Cabizbajo, con polo y chaqueta en la mano y custodiado por cuatro agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Así ha llegado el hasta ahora intocable Angel María Villar a la federación que ha presidido los últimos 29 años.

Allí ha llegado después de más de seis horas de registro en su casa, donde era detenido a primera hora de la mañana. Es la pieza mayor de la 'Operación Soule', en la que de momento hay otros tres detenidos: el hijo de Villar, Gorka; el vicepresidente económico de la Federación Española y presidente de la Tinerfeña, Juan Padrón; y su número dos, Ramón Hernández.

La UCO ha registrado, además de la Federación Española, la Tinerfeña, la Valenciana, la Andaluza e incluso de la de Ceuta. También empresas y los domicilios de los detenidos. Los agentes se han llevado abundante documentación y archivos informáticos. Los delitos que se les imputa son muy graves: apropiación indebida, corrupción entre particulares, alzamiento de bienes, administración desleal y falsedad documental. La investigación comenzó tras una denuncia del Consejo Superior de Deportes a principios de 2016.

La investigación comenzó tras una denuncia del Consejo Superior de Deportes a principios de 2016. Los detenidos han tenido los teléfonos pinchados durante meses. De sus conversaciones se desprenden, según fuentes jurídicas, indicios de actividades delictivas. Entre otras, alzamiento de bienes.

Anticorrupción sospecha que Villar organizaba partidos amistosos de la Selección Española para después adjudicar la contratación de servicios a su hijo Gorka. Su empresa pasó de facturar 200.000 euros en 2011 a casi 900.000 en 2013. Además, Anticorrupción cree Juan Padrón y su número dos se apropiaron de fondos de la Federación Tinerfeña de forma continuada. Según fuentes jurídicas, los detenidos van a permanecer en los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos hasta que pasen a disposición judicial.