Unos cien aficionados, que se congregaron desde este lunes por la mañana en las inmediaciones del hotel del Real Madrid en Nápoles, siguieron en la zona de la estructura animando al club italiano, que se medirá con los blancos en el duelo de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones.

A pesar de la fuerte lluvia que cayó en Nápoles en las últimas horas y de que el Ayuntamiento haya tomado medidas especiales para garantizar la privacidad al Real Madrid, los hinchas del equipo "azzurro" se quedaron en la zona del hotel.

La Policía, mirando

La situación estuvo bajo la atenta mirada de decenas de policías, que llevan todo el día controlando la zona, aunque los aficionados napolitanos siguieron coreando sonoramente cánticos de ánimo para el Nápoles y sus futbolistas, entre ellos el español José Callejón.

Si por la mañana fueron casi medio millar los hinchas que esperaron la llegada del autobús del Madrid, por la noche se congregaron cerca de cien personas en la zona del hotel.

San Paolo, una caldera

Los "tifosi" viven con gran ilusión las horas previas el choque de mañana, en el que su equipo buscará remontar el 1-3 sufrido en el estadio Santiago Bernabéu y están determinados en convertir en un infierno la estancia del Madrid en la ciudad sureña.

Sin embargo, el club blanco debería gozar de buena tranquilidad al interior del hotel, ya que reservó todas las 138 habitaciones del céntrico Palazzo Caracciolo. Serán 60.240 los aficionados del Nápoles que llenarán mañana las gradas del San Paolo y el mismo capitán del equipo "azzurro" Marek Hamsik definió hoy a su hinchada como el "hombre número doce".