Pero el cantante fueron casi íntimos en los 70. Se conocieron en Nueva York. Warhol fue a un concierto en el que Cooper fingía morir en una silla eléctrica similar a la que Warhol había serigrafiado. Se basó en una foto de la sala de ejecuciones de la prisión de Sin Sing en Nueva York.

La que por aquel entonces era la novia de Cooper no quiso perder la oportunidad y compró ese Warhol por 2.500 dólares. Quería aumentar la colección de objetos que su novio usaba en los conciertos, pero desapareció.

Nadie supo nada más de esta obra hasta el 2014, fue la madre de Cooper la que recordó dónde estaba la 'Silla eléctrica pequeña'. Fue Cooper quien no quiso tenerla porque, decía, no quería tener nada de valor en casa.

Tres años después, parece que Cooper ha recapacitado. En 2015 se pagaron más de 11 millones de dólares por una versión similar. El problema que tiene ahora Alice Cooper es que la pieza está sin firmar y tiene muy difícil demostrar su identidad.