Ocho millones fue el
precio que pagó un comprador anónimo por la obra 'Retrato de una Niña'. Los
expertos no tienen dudas de que esta pieza desconocida pertenece a un joven
Velázquez. Lo fechan entre 1616 y 1617, cuando el pintor sevillano tenía tan
sólo 17 o 18 años.
El misterio de por qué
este óleo sobre lienzo no estaba catalogado tiene solución. Durante más de 100
años decoraba el salón de una familia madrileña de origen andaluz. Pero nunca
tuvieron intención de catalogarlo.
El Estado tenía derecho
de tanteo en la subasta, pero no lo compró. Lo que sí hizo es declararlo como
un bien inexportable. Lo que significa que esa mirada que una vez pintó Velázquez
siempre estará en España.