20 años después de la publicación de 'Ok Computer', la banda británica Radiohead reedita un disco experimental que sirvió de contrapunto al Britpop optimista de los años 90 y puso de moda las melodías disonantes y las letras oscuras.

Accidentes de automóvil, aviones estrellados, androides paranoides y abducciones extraterrestres conviven en un álbum al que los ejecutivos de la discográfica Capitol auguraban un futuro lúgubre en el mercado tras escucharlo por primera vez.

El tercer disco de estudio del grupo liderado por Thom Yorke ha vendido más de ocho millones de copias hasta ahora y ha abierto una nueva corriente estética que ha marcado la música popular en el inicio del siglo XXI.

Cuando entró en el estudio en 1996, Yorke tenía como objetivo alejarse del sonido clásico de guitarras que había obtenido en sus dos primeros discos, para lo cual contó con la ayuda del productor e ingeniero de sonido Nigel Godrich, que desde entonces está presente en todas las grabaciones de Radiohead.

El éxito de 'Ok Computer' fue un paso hacia la electrónica y los sonidos experimentales que ya no tendría marcha atrás para la banda, que continuó adentrándose en ese terreno en 'Kid A' y sus siguientes trabajos.

Todas las grabaciones han sido remasterizadas a partir de las cintas analógicas en las que se registraron las sesiones del disco, muchas de ellas celebradas en una mansión del siglo XV cerca de la localidad inglesa de Bath llamada St Catherine's Court, donde meses antes The Cure habían grabado 'Wild Mood Swings'.