Hitchcock con Truffaut es uno de los encuentros cinematográficos más famosos de la historia. Las fotos las hizo otro genio: Philippe Halsman, un ingeniero que salió de Letonia y llegó a París en los años 30.

Tras hacerse famoso con sus originales retratos, su amigo Albert Einstein, al que también fotografió, le ayudó a llegar a EEUU tras estallar la guerra en Europa.

Nada más nacer, la revista 'Life' le fichó para sus históricas portadas. Así conoció a una entonces desconocida Marilyn Monroe. Se hicieron amigos, dieron el salto a la fama juntos y Halsman hizo saltar a todo el mundo, desde los duques de Windsor hasta el mismísimo Nixon.

Lo que más le gustaba a Halsman era contar historias con sus fotos. "Trataba de crear puestas en escena acordes al sentido artístico del momento", explica Anne Lacoste, comisaria de la exposición 'Philippe Halsman ¡Sorpréndeme!'

Las mejores foto-historias de Halsman llegaron junto a Dalí. Ambos, genios excéntricos, fueron capaces de crear el salto imposible tras 25 intentos: con Dalí, agua y gatos por el aire. Halsman creó sus mejores obras fotográficas junto al de Cadaqués. Llegó a publicar un libro de instantáneas sólo sobre el bigote de Dalí.