Aprovechando su paso por Nueva York, la rapera habló sobre feminismo, 'trap', el pueblo gitano y las críticas sobre apropiación cultural que han recaído sobre la cantante barcelonesa Rosalía.

El sencillo, un preludio del disco que sacará a finales de año -el primero desde 2013-, habla de machismos y micromachismos, de independencia económica y de violencia. "Esta canción habla de que no estamos solas y la titulo 'Gitanas' porque es importantísimo que el feminismo no sea racista. Tenemos que ir todas a una, sin fisuras, porque si hay fisuras perdemos la fuerza", explicó la cantante, criada en Jerez de la Frontera (Cádiz) y de padre gitano", declaró la rapera Mala.

No es nada nuevo, es mi discurso, de lo que hablo desde el día cero, apuntó la artista, que sacó su primera canción en 1999 y su primer álbum, "Lujo Ibérico", en 2000. En el videoclip, la cantante aparece rodeada de un grupo de mujeres gitanas que bailan a su alrededor. Aunque el día de la grabación no tenía claro cómo explicar a sus bailarinas el significado del tema, esa misma mañana se publicó la sentencia de 'La Manada' y "en cuanto pasó eso, ya no hizo falta, todo encajaba", declaró la cantante.

Fue la primera que se sumó a las manifestaciones del #MeToo, que le pillaron en Estados Unidos, y no le entra en la cabeza que aún haya quien critique la nueva ola feminista: "Si no estás apoyando ahora mismo, no sé que carajo estás haciendo", espetó.

Preguntada sobre las voces que critican a la cantante Rosalía, barcelonesa y paya, de utilizar la cultura gitana y el acento andaluz como un disfraz, la Mala Rodríguez no se esconde. "Si yo cojo y hago mañana un disco de música cubana y pongo un acento que no es el mío, ¿qué entenderías? Que soy una actriz, que hago un papel", resumió la rapera, que opina que un caso diferente es el de la cantante Nathy Peluso, que juega con el personaje que se ha creado y que a ella, personalmente, le flipa.

A la cantante le irrita que solo se hable de la comunidad gitana para lo malo, lo negativo, lo feo y en cambio no se le dé crédito a sus aportaciones a la cultura. Estos años sin publicar disco en solitario los ha aprovechado para colaborar con artistas como Juan Magán o Beatriz Luengo, pero también para explorar los nuevos sonidos de la escena urbana española, con los que ha coqueteado.

De hecho, ha colaborado con el rapero Cecilio G y el productor Steve Lean, con quienes trabajó antes de que el "boom" del "trap" explotase en España. "Me parece muy guapo porque ha sido todo muy orgánico. Yo siempre estoy abierta, porque me aburro mucho cuando todo suena igual y siempre necesito cambiar", reveló la artista, que celebra que la escena se haya vuelto tan diversa y por fin haya otro puto sonido y distintas propuestas y maneras de pensar.