La exposición del Maestro Mateo en Santiago llega a su fin y con ella la posibilidad de ver dos esculturas: Isaac y Abraham. Las tallas tienen que volver con sus dueños, la familia Franco.

En una visita de Francisco Franco y su mujer, Carmen Polo, a Santiago, dos esculturas del Pórtico de la Gloria llamaron su atención. Un capricho del generalisimo que el Ayuntamiento transformó en obsequio. Desde entonces las estatuas pertenecen a su familia.

Tras años luchando por la titularidad de las obras, la Xunta presentaba las estatuas de Isaac y Abraham para ser Bien de Interés Cultural.

La calificación no cambia la titularidad de las piezas pero conlleva obligaciones. Los propietarios deben exponerlas al público al menos cuatro días al mes, no pueden moverlas sin permiso, tampoco sacarlas del país o fiscalizarlas. Para venderlas, tendría que existir el beneplácito de la administración. Una tramitación que puede durar meses.

Polémica alrededor de los Franco que también incluye otra de sus propiedades en Galicia, el Pazo de Meirás. La familia ha decidido ponerlo en venta por un valor de ocho millones euros. Lo hace a través de una empresa especializada que en su página web mostraba vídeos como este.

Noticia que ha molestado en Galicia. El Ayuntamiento de Sada ya había denunciado a la familia por no abrir el pazo a los turistas, obligación al ser un Bien de Interés Cultural.

La Xunta ha pedido que la familia done gratuitamente el Pazo al pueblo gallego. La administración gallega, además, busca calificarlo como Bien de Interés Público como medida previa a su expropiación.