Son los 'Ironworkers', no llevan capa, ni máscara, pero son unos superhéroes. Ellos se encargaron de que Manhattan creciese hacia arriba. Son los que levantaron los rascacielos de Nueva York y, paradojas de la vida, también fueron los hijos y nietos de los dueños históricos de esas tierras.

Los indios 'Mohawk', eran los nativos en Estados Unidos. Muchos de ellos fueron masacrados y expulsados hacia el oeste para, precisamente, ocupar y construir en las zonas que les obligaron a dejar. Zonas como la de Manhattan.

Pero los 'Mohawk' tenían un superpoder. No sufrían vértigo. Su oído funcionaba de forma diferente al del hombre blanco caucásico. Así que fueron contratados para trabajar a cientos de metros de altura. Podían mirar hacia abajo sin marearse. Podían construir rascacielos.

De ahí les viene su nombre 'Ironworkers', los trabajadores del hierro. Todos los rascacielos de Nueva York, y también los puentes, exceptuando el de Brooklyn que es de piedra, están construidos con hierro. Los consideraban como algo suyo.

Por eso, el 11 de septiembre de 2001, cuando vieron a dos aviones estrellarse contra las Torres Gemelas, fueron los primeros en ir a ayudar. Los 'Mohawk' más viejos dijeron: "avisad a los jóvenes: los necesitan allí, han destruido nuestras torres".

Hasta la zona cero fueron 400 o 500 indios 'Mohawk' desde distintos puntos de Norteamérica para ayudar. Eran las torres de sus padres y abuelos. Muchos de ellos enfermaron después por la toxicidad del aire que respiraron aquellos días.

El amor de los 'Mohawk' por sus rascacielos ahora puede leerse. Una novela cuenta la historia de estos superhéroes. Es una historia real, pero con personajes ficticios. No le tenían miedo ni a la altura, ni al duro trabajo. Sólo querían cuidar de su tierra, verla crecer desde las alturas.