Es el adiós de Manolo Tena es el adiós de un superviviente. Antes de subirse a los escenarios fue botones y diseñador publicitario y más tarde consiguió ser músico, primero teatralizado con 'Cucharada' y después más serio con 'Alarma'.

Su mayor éxito le llego en solitario en 1992 con su 'Pasión gitana y sangre española', entonces el cantante ya acumulaba adicciones. "Confundí droga con revolución", explicó en una entrevista en laSexta Noche.

Su hermano Rafa y amigos como Joaquín Sabina le ayudaron en esos duros momentos. "A mi Joaquín me ha llegado a cogerme en un bar y sacarme, meterme en un taxi y pagar al taxista", explicaba Tena en el programa A mi Manera.

A pesar de todo, Manolo Tena tenía clara una cosa: "Yo no me quiero morir, yo estoy enamorado de la vida". Fue poeta, escritor y autor de bandas sonoras. Una de sus últimas apariciones en directo fue en un programa de radio. Antes, en diciembre, le habían diagnosticado cáncer de hígado pero su voz seguía intacta.