El Pentagrama abrió en 1977 y fue de los primeros que acogió la Movida. Johnny cifuentes, miembro de Burning, cuenta que "era uno de los asiduos del Penta. Creo que lleva los mismos años que los Burning, los 40 tacos". El cantante Jaime Urrutia, por su parte, explica que "el Penta significó el sitio de unión de aquella gente".

Dentro de sus cuatro paredes cabía de todo, "había crestas, había tupés, había chaquetas negras, había todo tipo de músicos y todo tipo de estilos", según afirma el exbatería de Nacha Pop, Ñete.

Unos estilos que muchas veces venían de fuera, porque en el Penta se escuchaba música que nunca había sonado antes en nuestro país. Ñete cuenta que "allí se pinchaba música nueva. Gente que viajaba a Londres, a EEUU, traían discos de grupos que aquí no se conocían".

Con el paso de los años, El Penta se ha ido convirtiendo en un mito y como todos, también tiene sus leyendas, como la falsa creencia de que se daban conciertos. Si lo frecuentaban por aquel entonces y tenían la suerte de conocer al dueño, como mucho, pudieron haber visto alguno, pero a puerta cerrada.

Alaska, Nacha Pop, Burning, Ejecutivos Agresivos y muchos otros apuraban cada noche en un Penta al que algunos hace mucho que ya no van, como Jaime Urrutia, que lleva muchos años sin ir, "pero igual es la excusa para que vuelva un día de estos".

Si vuelve, seguirá encontrado caras familiares, porque sigue habiendo mucha gente, sigue decorado muy parecido, foto más, foto menos, y el ambiente sigue siendo el mismo. Para celebrar estas cuatro décadas de ambiente, artistas de entonces y de ahora se juntan en un concierto en Madrid.