Es raro ver a Abraham e Isaac, dos de las joyas del escultor medieval Maestro Mateo, que normalmente están en la casa de la familia de Franco en A Coruña. Según Ramón Yzquiero, comisario de la exposición 'Maestro Mateo', "entre 1948 y 1960 se le regalaron al general Franco".

Las figuras fueron separadas del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago en 1520 para construir dos puertas. Entonces, se hizo con ellas un noble que se las vendió al Ayuntamiento de Santiago y éste se las regaló al dictador. Estos días se pueden ver en el Museo del Prado.

Manuel Quintana, presidente de la Real Academia de Bellas Artes, ha querido "agradecer la generosidad con la que han cedido las piezas". Ha sido la hija de Franco, Carmen, quien las ha cedido para la exposición.

Durante todo el año, las figuras de Abraham e Isaac se guardan en una casa señorial en A Coruña, propiedad de la familia Franco, quienes aseguran que nunca nadie les ha reclamado su devolución.

Sin embargo, diferentes colectivos sí han demandado la restitución de las piezas a su lugar original. "Lo lógico es que este patrimonio esté unido", asegura Goretti Sanmartín, vicepresidenta de la diputación provincial de A Coruña. Por su parte, Daniel Lorenzo, director de la Fundación de la Catedral de Santiago, considera que estas piezas tendrían que estar en la catedral.

Desde la Xunta no se ha tomado, de momento, ninguna iniciativa para recuperar las piezas, pero sólo así, todo el mundo podría disfrutar del que está considerado el más acabado monumento de la época medieval.