Trump no es el único que tiene un doble. A su predecesor, Barack Obama, además de derrochar carisma allá por donde iba, le salió un doble de Indonesia que se ganó la vida durante un tiempo suplantándole.

De Hugo Chávez, lo que más recordamos los españoles es el tirón de orejas que le dio nuestro rey emérito, pero allí en su país para muchos era un ídolo. Le buscaban por todas partes. Hasta en la playa. Y le encontraron. Mejor dicho, LA encontraron. Hay que frotarse los ojos y mirar de nuevo para no confundir a esta señora con Chavez.

Y el guionista de la serie Vikingos nos resulta muy familiar. Pero no, no es Mariano Rajoy. Se parecen. Es innegable. Pero nuestro presidente, es inimitable.