Ahora sabemos dónde están enterrados los huesos de Cervantes pero poco más ya que su vida fue un misterio. El primer punto oscuro es su lugar de nacimiento: "Se plantea que pudiera ser en Arganda del Rey porque dependía administrativamente de Alcalá de Henares" explica José Manuel Lucía Megías, catedrático y presidente de la Asociación de Cervantistas.

Como muchos hombres de su época se alistó en el Ejército aunque la causa no está tan clara. "Tiene un altercado con un albañil al que hiere incluso a la muerte, tiene que huir de España" asegura Andrés Trapiello, escritor.

Además participa en la famosa batalla de Lepanto, pero no fue ningún héroe: "Lo hace como un soldado raso, es decir, aquel que no tiene armas que está empezando y que no tiene casi instrucción en la guerra" cuenta Lucía Megías.

Y aunque el sobrenombre de 'el manco de Lepanto' le acompañó toda la vida, no le hacía justicia ya que "no era manco, era un hombre que tenía estropeada la mano izquierda" según explica Trapiello.

Tras cinco años en el Ejército, volviendo a España, fue capturado y llevado a Argel. Allí encontramos otro gran misterio en su vida: aunque intentó escapar cuatro veces, no pagó por su rebeldía: "De todas esas fugas fracasa en todas y sin embargo no tiene ningún castigo por ninguna de ellas" dice Trapiello.

"Lo que me he preguntado siempre es si en Argel lo sodomizaron o no, parece que no" asegura Francisco Rico, filólogo y académico de la RAE.

Y es que Cervantes es un misterio tras otro. Siempre hemos asociado una imagen a su rostro, pero de nuevo, nos equivocábamos. "Ese retrato es más falso que judas y sin embargo no tenemos otro Cervantes" cuenta Francisco Rico.

Sin embargo, ese rostro sigue siendo la imagen de nuestro autor más universal, el que perdura cada vez que abrimos uno de sus libros. Cervantes vive.