Todavía es muy difícil localizar a corredoras en San Fermín de un golpe de vista, prácticamente hay que encontrarlas. Aunque cada vez son más las mujeres corredoras en San Fermín, los encierros durante años han sido cosa de hombres.

Algunas mujeres se justifican así: "Las mujeres es que somos un poco más miedicas", "creo que somos más prudentes".

Pero lo cierto es que la participación de las mujeres en los encierros estuvo primero prohibida hasta 1974 y, en 1975, dos mujeres consiguieron correr el encierro perapetadas en un grupo de hombre.

Aunque la verdad es que no estaba muy bien visto. "Antes sí había mucho prejuicio, las mujeres estaban cohibidas", dice un corredor.

En los últimos años, la presencia femenina en las carreras crece y sorprende. "Ni me imaginaba en la vida que jamás una mujer lo iba a correr, siempre hombres", asegura una señora.

Pero ellas no sienten que estén haciendo nada heroico o al menos, nada menos heroico que ellos. Porque al igual que los hombres, todas hablan de lo mismo antes de empezar: "Los nervios, muchos nervios".

Disfrutan corriendo tanto como ellos y como ellos terminan satisfechas. "Muchos nervios, pero bien, repetiremos", asegura una corredora. Y no les importa si son muchas o pocas únicamente que son como ellos, capaces de correr delante de un toro.