Almodóvar siempre ha querido
conseguir la mejor toma y para ello exprime al máximo a sus actores. Algo que a
Lluís Homar le provocó ansiedad durante el rodaje de 'Los Abrazos Rotos'. Según
recuerda en sus memorias, al manchego no le gustaba nada de lo que hacía.
La búsqueda de la
perfección lleva a muchos directores a superar límites. En una escena, Polanski le arrancó un
mechón de pelo a Faye Dunaway. Sobresalía de su cabeza y el peluquero no podía
arreglarlo. "Se volvió loca y empezó a soltar
todo tipo de improperios", explica Roman Polanski, director.
Hitchcock fue mucho más
lejos: utilizó pájaros de verdad en una mítica escena sin avisar a la actriz. Aunque en repeticiones el
campeón es Kubrick, después de más de un año de rodaje, obligó a Tom Cruise a
repetir una secuencia más.
En el otro lado, Woody
Allen, todo el que trabaja con él asegura que no suele dar órdenes estrictas a
los actores, sólo hace falta haberse leído el guion y saber improvisar.